Tú nunca te casaste con mi Musa;
eres, por tanto, libre de fijarte
en las dedicatorias cuya hechura
bendice cada libro de otros vates.
Tan grandes son tu encanto y tu saber
que su valor excede mis lisonjas;
si el tiempo te mejora, busca quien
sepa estampar mejor esas mejoras.
Haz eso, amor; pero cuando combinen
con trazos afectados sus ornatos
verás que quien de veras te describe
es sencillo y veraz: tu amigo honrado.
Las burdas pinceladas tienen uso
en rostros macilentos, no en el tuyo.
eres, por tanto, libre de fijarte
en las dedicatorias cuya hechura
bendice cada libro de otros vates.
Tan grandes son tu encanto y tu saber
que su valor excede mis lisonjas;
si el tiempo te mejora, busca quien
sepa estampar mejor esas mejoras.
Haz eso, amor; pero cuando combinen
con trazos afectados sus ornatos
verás que quien de veras te describe
es sencillo y veraz: tu amigo honrado.
Las burdas pinceladas tienen uso
en rostros macilentos, no en el tuyo.
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