Con cuánta pesadumbre emprendo el viaje
sabiendo que el descanso del camino
traerá consigo el eco de esta frase:
"¡Estás a tantas millas de tu amigo!".
Lastrada bajo el peso de mi pena,
mi bestia se desplaza a paso lento;
parece que su instinto le dijera
que nos aleja más si va ligero.
La espuela sanguinaria no la azuza
y, cuando siente el filo del puyazo,
su queja pesarosa me es más dura
que el hierro que se clava en su costado.
pues hace que mi mente me repita:
delante esta el pesar, detrás, la dicha.
traerá consigo el eco de esta frase:
"¡Estás a tantas millas de tu amigo!".
Lastrada bajo el peso de mi pena,
mi bestia se desplaza a paso lento;
parece que su instinto le dijera
que nos aleja más si va ligero.
La espuela sanguinaria no la azuza
y, cuando siente el filo del puyazo,
su queja pesarosa me es más dura
que el hierro que se clava en su costado.
pues hace que mi mente me repita:
delante esta el pesar, detrás, la dicha.
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